lunes, 25 de junio de 2012

Reflexiones de Fin de Curso.

  Mañana es el último día de colegio y quiero animaros a todos a reflexionar.

 Hay niños que por sus acciones corren un riesgo de exclusión; niños que por su forma de ser o por su nacimiento tienen riesgo de exclusión; niños que,  por cualquier  circunstancia, están en riesgo de exclusión.

¿Qué podemos hacer por ellos? Pues, por lo pronto NO EXCLUIRLOS MÁS de lo que están. 

  No es fácil poner castigos justos, adecuados a la acción. No es fácil que las familias aceptemos a niños que pudieran "incordiar" a nuestros hijos, pero por favor NO los excluyamos. 
 No permitir que jueguen y se relaciones con nuestros hijos, no aceptar sus diferencias es una forma de excluirlos y creo que debemos enseñar a nuestros hijos la mejor forma de afrontar los problemas que van surgiendo.

  Los castigos que excluyen a los niños aumentan el riesgo de exclusión que de por sí ya sufren. No participar de excursiones, ser el único en no asistir a la fiesta de graduación - si no se puede graduar algo tendrá valioso en su día a día que podamos premiar. (Se hace en varias instituciones educativas)- ; privarles de disfrutar de la fiesta de fin de curso... Esto excluye a estos niños que ya de por sí están en riesgo.

Como familias, como adultos, debemos aceptar que si bien hay que poner límites, éstos no pueden aumentar el riesgo de exclusión de unos niños que no eligen ser como son, que dependen de su impulsividad, de sus problemas, de sus situaciones que desde fuera son fáciles de juzgar pero que si uno lee sobre hiperactividad, dislexia, impulsividad, trastornos varios... vemos que no es tan fácil; que su vida no es fácil, que necesitan ayuda y necesitan sobre todo, no ser excluidos.

  Aunque no esté ejerciendo en este momento, estoy formada como trabajadora social y he comprobado que por muy abajo que uno esté si recibe apoyo puede salir de lugares muy oscuros. 

Iba a decir que soy trabajadora social; pero ser, lo que se dice ser soy Maty. Esta realidad la aprendí de un niño, del mismo que hace unos días estuvo estudiando que regalo hacerle a una compañero para compensarle por los muchos castigos de este año.
 De otro niño aprendí este año que se puede renunciar a un premio si con esta acción se ayuda a un compañero. De otro que elegía a X porque nunca nadie le elegía y no le parecía justo y de otra, que no siempre se castiga al responsable.

  Si estos niños y niñas piensan así es porque todavía hay esperanza de un mundo mejor. ¿Lo buscamos?